Fernando Baez denuncia en Madrid masacre de intelectuales en Irak
MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un momento de la presentacion de Rosa Regás
Fernando Báez, autor de 'Historia universal de la destrucción de libros' y miembro de distintas comisiones que han investigado la destrucción de las bibliotecas y museos en Irak tras la invasión de Estados Unidos, denunció hoy en Madrid el asesinato de mil intelectuales iraquíes desde el año 2003. En su opinión, este "genocidio intelectual" ha sido posible gracias la intervención de los militares americanos y de la CIA en las calles de Irak, ante el "silencio de Europa".
Conferencia
Explicó que la mayoría de los intelectuales asesinados eran "pacifistas" y declaró que todos habían solicitado en algún momento de su vida "la desocupación de las tropas extranjeras de Irak" e incluso matizó que algunos de ellos no eran partidarios de Sadam Husein. Por todo ello, exigió una investigación a la ONU y a la UNESCO para averiguar que ha ocurrido con estos mil intelectuales asesinados. Y como prueba de sus acusaciones, Báez ofreció a los periodistas una lista con un centenar de nombres que corresponden a intelectuales pertenecientes a la Universidad de Bagdad asesinados en Irak. "La ONU y la UNESCO le deben una explicación al mundo", agregó.
Báez, quien impartirá mañana una conferencia sobre 'La destrucción cultural de Irak' en el marco del ciclo de conferencias que organiza la Biblioteca Nacional titulado 'Biblioteca en guerra', criticó en rueda de prensa la destrucción cultural "sin precedentes" cometida en Irak tas la caída de Sadam Husein.
En esta misma línea denunció la situación de la bibliotecas; el asesinato de periodistas en Irak; el cierre de periódicos ordenado Estados Unidos; y el expolio de 1500 yacimientos arqueológicos. "De aquí a 50 años, todo ésto será recordado como uno de los episodios más negros del mundo", advirtió.
EL PAPEL DEL CNI
Asimismo, críticó la colaboración desarrollada por el gobierno de Aznar con los Estados Unidos en esta destrucción cultural. "El gobierno español debería decir la verdad sobre lo que ocurrió allí", apuntó este intelectual venezolano quien visitó Irak en el año 2003, tras la invasión de Estados Unidos como miembro de las distintas comisiones que investigaban la destrucción de las bibliotecas y museos en esa nación y asesor de distintos gobiernos sobre destrucción de bienes culturales.
Báez comentó los rumores que circulan en los círculos intelectuales iraquíes respecto a la participación "desastrosa" de los agentes del Centro Nacional de Inteligencia en la destrucción cultural de Irak. "Las tropas del CNI colaboraron con las labores de inteligencia de la CIA para encontrar insurgentes". "Y agentes del CNI participaron en la violación de los derechos humanos", agregó.
Durante la conferencia que impartirá mañana, este venezolano, considerado una autoridad mundial en el campo de historia de las bibliotecas, mostrará documentos y fotografías que avalan la destrucción cultural que se produjo en Irak. Después entablará un diálogo con Arsenio Sánchez, conservador de la Biblioteca Nacional e impulsor de un programa de ayuda a la Biblioteca de Sarajevo, quien trazará el perfil psicológico de un "bibliocida".
Un momento de la presentacion de Rosa Regás
Fernando Báez, autor de 'Historia universal de la destrucción de libros' y miembro de distintas comisiones que han investigado la destrucción de las bibliotecas y museos en Irak tras la invasión de Estados Unidos, denunció hoy en Madrid el asesinato de mil intelectuales iraquíes desde el año 2003. En su opinión, este "genocidio intelectual" ha sido posible gracias la intervención de los militares americanos y de la CIA en las calles de Irak, ante el "silencio de Europa".
Conferencia
Explicó que la mayoría de los intelectuales asesinados eran "pacifistas" y declaró que todos habían solicitado en algún momento de su vida "la desocupación de las tropas extranjeras de Irak" e incluso matizó que algunos de ellos no eran partidarios de Sadam Husein. Por todo ello, exigió una investigación a la ONU y a la UNESCO para averiguar que ha ocurrido con estos mil intelectuales asesinados. Y como prueba de sus acusaciones, Báez ofreció a los periodistas una lista con un centenar de nombres que corresponden a intelectuales pertenecientes a la Universidad de Bagdad asesinados en Irak. "La ONU y la UNESCO le deben una explicación al mundo", agregó.
Báez, quien impartirá mañana una conferencia sobre 'La destrucción cultural de Irak' en el marco del ciclo de conferencias que organiza la Biblioteca Nacional titulado 'Biblioteca en guerra', criticó en rueda de prensa la destrucción cultural "sin precedentes" cometida en Irak tas la caída de Sadam Husein.
En esta misma línea denunció la situación de la bibliotecas; el asesinato de periodistas en Irak; el cierre de periódicos ordenado Estados Unidos; y el expolio de 1500 yacimientos arqueológicos. "De aquí a 50 años, todo ésto será recordado como uno de los episodios más negros del mundo", advirtió.
EL PAPEL DEL CNI
Asimismo, críticó la colaboración desarrollada por el gobierno de Aznar con los Estados Unidos en esta destrucción cultural. "El gobierno español debería decir la verdad sobre lo que ocurrió allí", apuntó este intelectual venezolano quien visitó Irak en el año 2003, tras la invasión de Estados Unidos como miembro de las distintas comisiones que investigaban la destrucción de las bibliotecas y museos en esa nación y asesor de distintos gobiernos sobre destrucción de bienes culturales.
Báez comentó los rumores que circulan en los círculos intelectuales iraquíes respecto a la participación "desastrosa" de los agentes del Centro Nacional de Inteligencia en la destrucción cultural de Irak. "Las tropas del CNI colaboraron con las labores de inteligencia de la CIA para encontrar insurgentes". "Y agentes del CNI participaron en la violación de los derechos humanos", agregó.
Durante la conferencia que impartirá mañana, este venezolano, considerado una autoridad mundial en el campo de historia de las bibliotecas, mostrará documentos y fotografías que avalan la destrucción cultural que se produjo en Irak. Después entablará un diálogo con Arsenio Sánchez, conservador de la Biblioteca Nacional e impulsor de un programa de ayuda a la Biblioteca de Sarajevo, quien trazará el perfil psicológico de un "bibliocida".
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